Tres años han pasado desde su última entrega; el nefasto, «poppie» e irrelevante «Tinnitus Sanctus», un disco que sepultaba completamente lo que ésta banda había estado logrando en la escena del Heavy/Power Metal Europeo a principios de milenio. Y es que su calidad musical y lírica ascendía durante la época Theater of Salvation y Mandrake, llegando a la cúspide con el brillante Hellfire Club –El mejor pensado con una mezcla bien pensada entre heavy/power metal, parodias y música «cerebral»–, y comenzando su declive creativo con el pomposo Rocket Ride, sin olvidarnos del aborto creativo que le sucedió. Todo parecía que el Edguy poderoso y creativo se había ido para no volver, a Tobías solo le interesaba el dinero y su banda Avantasía (o Avaraciantasía si se le quiere ver así), y sí, así fue, al menos por una parte.
Age of the Joker, un álbum que, con el mismo título comenzaba a darme mala espina antes de que saliera, lo baje, y justo cuando me preparaba para escucharlo y quizás colocarlo en las vergüenzas de 2011, cambió todo mientras fluían los bytes por el DAC de mi vieja soundblaster… Sí, era Robin Hood, un tema que NO quise oír cuando salió su sencillo. pero que al escucharlo me dí cuenta que ésta sonaba quizás a una de las pocas salvables del Tinnitus —Speedhoven–, y no era tan malo al final.

Siguieron fluyendo los bytes, Nobody’s Hero, una canción que por el riff principal pareciera tributo a Dio, seguía mejorando mi expectativa, y comenzaba a disfrutar del álbum, poquito faltaba para darme cuenta que al fin Edguy comenzaba a enderezar su torcido sendero, ya que, al iniciar Rock of Cashel algo invadió mi mente… Recuerdos lejanos de un Edguy con música que valía la pena sumado a letras que evocaban el reciente viaje al Wacken, acompañados por melodías celtas y riffs «Maidenezcos» bien ejecutadas. Una sola canción bastó para que cambiara mi opinión actual de Edguy y volviera a interesarme por su música; y apenas tres canciones bastaron para convencerme que Age of the Joker estaba hecha por aquella banda que había cambiado para siempre, y que decidió tomar lo mejor de su pasado. Seguía el disco con buenos temas, Pandora’s box y su atractivo sonido viejo-oeste; las neo-avantasianas Breathe, Two out of seven sonando como a single a la Superheroes del Rocket, la power-mandrakiana Arcane Guild; o incluso la épica Behind the Gates to Midnight World, dejando solo tres temas dignos al premio Tinnitus Sanctus a la mediocridad, Faces in Darkness, Fire on the Downline y la superficial balada wannabe-Bon Jovi Every Night without You. Ocho canciones aceptables contra tres mediocres, no esta nada mal.
Como mencioné antes, Edguy quizás no volverá a su sonido poderoso del Mandrake, pero no hay nada malo que continúe con canciones lentas que quieran sonar a hard rock, siempre y cuando lo haga de calidad y no una copia «mierdocre» de Bon Jovi. Qué bueno que Tobias Sammet volviera a tomar en serio su banda principal, libere su creatividad en álbumes que valga la pena escuchar como éste y que no solo dedicara los buenos temas a su proyecto alterno Avantasia.
Una respuesta a “Reseñando: Edguy – Age of the Joker”
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