Iced Earth, quienes desde principios de los 90s vienen dando caña con su estilo heavy-power-thrasher acompañado con letras épicas hasta cierto punto, y sacando ráfaga de álbumes que calificaban de buenos a excelentes, hasta que en 2004 algo pasó… The Glorius Burden, junto con los siguientes Wicked Trilogy cambiaban un poco el juego… Era el mismo Iced Earth, de buena calidad, pero con diferente sabor, ya que –independientemente de los vocalistas–, los álbumes no estaban a la altura cañera de lo que había sido del Horror Show para atrás, y muchisimo menos la trinidad inicial Iced Earth-Stormrider-Burnt Offerings.

Luego de una despedida emotiva en el Wacken 2011 a su vocalista más significativo: Matt Barlow, vuelven con nuevo cantante y CD. Stu block, viniendo de una banda un poco más pesadita en cuanto a carga gutural –Into Eternity–, termina siendo un tipo que a mi oído mezcla lo mejor de los tres últimos vocalistas (Agudos a lo Ripper/Greely y coros sentimentales al estilo el pelirojo Barlow) más su estilo único en los rangos medios, no deja nada que desear, y desde que escuché su interpretación de Dante’s Inferno me pareció adecuado para la banda; Schaffer no nos defraudó, pero aún faltaba la prueba definitiva, el nuevo CD: Dystopia.
Y desde la primer canción homónima se comienza a percibir unos aires a lo viejo, a los tiempos en que el jinete del trueno cabalgaba junto al Spawn y Set Abominae a finales del siglo pasado, ya que luego de mucho tiempo, los riffs y los cambios volvían a ser originales y no una copia de ellos mismos. Y la cuestión se pone mejor, la veloz somethingwiked-esca Boiling Point, épica V (for Victory), y el corte final Tragedy and Triumph, hacen a modo de homenaje un recorrido por la carrera de la banda en sus tiempos más acelerados, mientras que las semi-baladas Anthem y Anguish of Youth hacen bien lo suyo para transmitir el sentimiento. Pero en definitiva lo más sorprendente fue encontrarme Dark City, un magnífico tema que mezcla perfectamente la caña y la variabilidad en las partes sucias del StormRider, con la melodía y limpieza del Dark Saga, lo mejor que he escuchado de Iced Earth desde hace mucho tiempo.
Aquella desconfianza que tuve por éste nuevo álbum, junto con la duda e incertidumbre, desaparecieron por completo a la primera escuchada, la genialidad de Schaffer vuelve a brillar, Y luego de varias escuchas, excelentes riffs, estructuras y letras, junto con una excelente elección de vocalista ya han hecho de éste CD uno de los favoritos del año.